Eres mi niña, Maria Fernanda

eres la dicha que habita en mi alma,

eres ternura que me contagia

de dulces suenos y esperanzas;

 

Te veo jugar con tus muñecas

brincas, ríes y cantas con ellas,

y veo lo hermoso de tu infancia

cuando besas mis mejillas;

 

Y me abrazas con tus manos

y me llenas de alegría

cuando jugamos al tigre

que persigue tu barriga,

y vives tus suenos de niña;

 

Eres la esencia que guía mis pasos

eres la chispa que en mi hace milagros,

eres un ángel llena de gracia,

que día a día 

vives tus suenos de niña;

 

Y te apapacho con mis besos

y te cargo hasta mis hombros,

veo tu pelo entre tus ojos

y me gritas como a un oso;

 

Y me hablas con sonrisas,

y me miras con malicia

cuando damos muchas vueltas

y como a un caballo tu me guías;

 

Y vives tus suenos de niña

y vives tus suenos de niña.